domingo, 14 de junio de 2009

10ª ETAPA: Melide - Santiago de Compostela

-

- Distancia Recorrida: 54 Km.
- Hora de Salida: 10.00 h.
- Hora de Llegada: 18.25 h.
- Puertos con dificultad: Monte do Gozo (350 m.)
- Lugares de paso: 1. Melide - 2. Arzúa - 3. Salceda - 4. O Pedrouzo - 5. Lavacolla - 6. Santiago de Compostela

Domingo, 5 de Abril de 2.009 - Sol radiante y cielo despejado. Buena temperatura

- Desarrollo de la jornada: Esta vez nos levantamos sin prisa y desayunamos en la cafetería del mismo hotel. Para esta última etapa habíamos programado deliberadamente recorrer una distancia más corta en la que poder disfrutar de cada momento y llegar a la meta con tiempo suficiente. Y con ese objetivo nos pusimos en marcha, dejando atrás Melide por un lateral de la iglesia de Santa María.

Al igual que en la jornada anterior, el itinerario discurre por constantes toboganes, cruzando regatos y pozas entre robles, castaños y abedules. Tras pasar por Raído, Boente y Castañeda llegaremos a Ribadiso de Abaixo cruzando el río sobre el arco de un puente medieval. Aquí pararemos a sellar en el albergue de peregrinos, antes Hospital de San Antón, situado en varios edificios rehabilitados a la orilla del río Iso a los que dedicaremos unos minutos de visita.













El Camino está bien cuidado después de atravesar Arzúa, lo que para los ciclistas es de agradecer, y adopta la apariencia de una pista forestal por donde se puede circular con facilidad. Aparecen ahora con mayor frecuencia los bosques repoblados de eucalipto, las panorámicas se van ensanchando progresivamente y las pendientes se suavizan.













Pregontoño, Peroxa, Tavernavella, Boavista... Son sonoros nombres de pequeñas aldeas que vamos dejando atrás con facilidad. En poco más de dos horas ya nos habíamos "merendado" media etapa, por lo que en Salceda decidimos parar un buen rato en un mesón provisto de una espléndida terraza exterior... A la vista de un hórreo destartalado cayeron unas buenas cañitas con tapa de tortilla y empanada, unos gratificantes rayitos de sol y abundantes risas.

En este rato de descanso coincidimos con un grupo de escolares y sus profesores haciendo el Camino en fin de semana. Algunos iban bastante mal equipados para andar o notaban la falta de costumbre, porque no paraban de lamentarse del dolor que les provocaban sus pies.
























Nos vienen a la memoria los recuerdos de las intensas jornadas que ahora están próximas a su fin: Los ronquidos de St. Jean Pied-de-Port, la "pájara" de Roncesvalles, el "aquelarre" de Cirauqui, el-partido-que-no-pudo-ser en Los Arcos, la soledad de Azofra, el paso por la Sierra de Atapuerca, el lechazo de Burgos, la subida del "cuerpo a tierra" en Castrojeriz, el barrio húmedo de León, las risas de Foncebadón, la intensa jornada de paso por O Cebreiro, la mágica lluvia de Samos... y ya estamos aquí, llamando a las puertas de Compostela con un sentimiento dividido, con un intenso deseo de "abrazar al Santo" que se alterna con otro no menor de retrasar la llegada para seguir prolongando la aventura... pero esto no ha terminado todavía, hay que seguir...

Al rato de reiniciar nuestra marcha encontramos a un costado de la pista un pequeño monumento dedicado a un peregrino fallecido en el lugar en 1993, un tal Guillermo Watt. Se trata de la reproducción en bronce de las zapatillas que llevaba puestas. Debía de ser un personaje muy importante para merecer tales honores... o algo así.

Por esta zona siempre está presente la carretera N-547, de la que nos separamos a ratos y que cruzamos en innumerables ocasiones para llevarla alternativamente a nuestra izquierda o derecha. Seguimos entre eucaliptos por las aldeas de Ras, Brea, Santa Irene, A Rúa... parando para comer en la Parrillada Regueiro, en O Pedrouzo, cabecera del concello de O Pino. Caerá un potente churrasquito...
















Al poco de reanudar la marcha, en el tramo que nos queda hasta el final entraremos en una zona progresivamente urbanizada que nos va anunciando la proximidad de la capital de Galicia. Toparemos con un polígono industrial, bordearemos el aeropuerto, atravesaremos un par de autovías, varias carreteras y rotondas... El Camino va perdiendo su encanto en la misma medida en que aumentan las ganas de llegar.

Al sobrepasar Lavacolla paramos a un costado de las instalaciones de la Televisión de Galicia para dar una sorpresa a un buen amigo que está trabajando en ese momento. Una oportuna llamada de móvil y... ¡Sorpresa!... Javi "el pequeñito" deja lo que tiene entre manos para salir emocionado a saludarnos. ¡Lástima de valla metálica! La foto queda para el recuerdo.


















Después de San Marcos sólo nos queda pasar por el Monte do Gozo, desde cuyo alto ya se aprecian las torres de la Catedral. Situado en su parte más alta, el Monumento al Peregrino es horroroso, pero aún lo es más el macroalbergue en el que multitud de peregrinos pasan la última noche de su ruta. Sus innumerables barracones alineados le dan el aspecto de un campo de refugiados... o algo peor. ¡Y ni siquiera tiene un cartel anunciando la recepción!

Después de la última bajada nos espera la monumental ciudad del apóstol, pero su entrada no se lo pone fácil a los peregrinos, vayan a pie o en bicicleta... Bajar por unas escaleras, atravesar la autopista, cruzar el barrio de San Lázaro por delante del Palacio de Congresos, seguir por la rúa das Fontiñas y, ya en el casco antiguo, las concurridas rúas de Os Concheiros, San Pedro, Casas Reais, Praza de Cervantes, Acibechería... Una vez en la Praza da Inmaculada, flanqueada por la Catedral y el Monasterio de San Martiño Pinario, sólo nos queda descender con la bici a cuestas las escaleras que hay bajo el Arco del Pazo de Xelmírez para entrar por el lateral de la Praza do Obradoiro.

Víctor, César, Jaime, Pablo, Miguel... ya estamos todos... ¡Adelante!


















Al doblar la esquina... ¡Desde el interior de la plaza se oyen aplausos y gritos de ánimo! Nos sentimos el centro de todas las miradas, protagonistas al regreso de una singular aventura... Allí, al pie de la Catedral, están Mercedes, Ana, Rosa, Mónica y Bibiana con sus voces de ánimo... pero también Belén, Alejandro, Patricia, Clara, Ángela, Antía y Paula que, con el resto de familiares, esperaban emocionadas nuestra llegada. Es un momento para disfrutar...

¡Lo hemos conseguido, estamos en Compostela!




















Tras los abrazos y los besos de rigor nos queda tiempo para cumplir un par de trámites. En primer lugar nos dirigimos al nº 1 de la Rúa do Vilar, a la Casa do Deán donde está la Oficina del Peregrino. Allí nos estampan el último sello que completará nuestra credencial y, después de comprobar que cumplimos todos los requisitos del buen peregrino, nos hacen entrega de la ansiada Compostela, el diploma que acredita que hemos completado el Camino.


Después visitaremos con calma la Catedral, que esta vez se me antoja más bonita que en ocasiones anteriores. No pueden faltar el abrazo al apóstol, la visita al sepulcro, el Pórtico de la Gloria, a pedra dos croques... y para rematar la faena... unas cervecitas con que celebrar la ocasión, ahora ya en familia.


Cansados pero inmensamente satisfechos. Agradecidos por haber compartido esta experiencia con el resto de Juramentados. Ese es el estado en que nos encontramos después de haber recorrido 862 kilómetros para conseguir nuestro objetivo...

...Orgullosos como los caballeros medievales cuando regresaban de las cruzadas...



Para volver al índice de etapas, clicar AQUÍ
-

5 comentarios:

Be* dijo...

Creo que voy a haceros unas camisetas de Juramentados, así podré empezar a formalizar un club de fans, jajajajaja

Y SE NOS ACABAN LAS BATALLITAS DEL CAMINO...
¿CUÁL SERÁ EL NUEVO RETO DE LOS JURAMENTADOS?...

Victor dijo...

¡Gracias, Miguel, por hacerme revivir de nuevo el Camino...!
Espero tu hábil seguimiento de nuestro siguientes retos...

jaime dijo...

GRACIAS MIGUEL POR VOLVER A RECORDARME TODOS LOS MOMENTOS MARAVILLOSOS QUE VIVIMOS JUNTOS. PERO ADEMAS DE TODOS ELLOS, LO MEJOR PARA CULMINAR ESE MARAVILLOSO VIAJE HACIA NOSOTROS MISMOS FUE EL CONTEMPLAR A NUESTRAS MARAVILLOSAS MUJERES E HIJAS CON LA SATISFACCION, TAMBIEN EN SU ROSTRO, DEL REGRESO DE LOS GUERREROS. ( O ESO CREO JEJEJEJEJEJE)

Alberto dijo...

Enhorabuena por el logro!!Largo era el camino pero al final veo que os lo habeis merendado!!

Por cierto Miguel, a lo mejor preparo una vsitilla por tierras Gallegas para este verano (Tranquilo que llevare vinito y quesos :D). Ya os llamare cuando confirme un poco las cosas :)

Saludos!!

MariXarfa dijo...

Sólo le he echado un vistacillo por encima, ¡pero tiene una pinta estupenda! Me lo voy a leer enterito, palabrita de MariXarfadeSanPedroVentoso.