lunes, 27 de septiembre de 2010

Etapa 1: SOMPORT - JACA

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 Lunes, 27-09-2010: De Somport a Jaca (31 Km.)

Hurgando en el baúl de los recuerdos

Cielos completamente despejados, "rasca" a primera hora y calor agradable a mediodía

Aún no ha terminado el mes de Septiembre pero la temperatura exterior es baja,  ya que a  los 1640 m. de altitud en que nos encontramos no supera los  -3ºC. Antes de las 06.00 h. comienza el movimiento en los dormitorios del Albergue Aysa ¡Pero si no abren el comedor para el desayuno hasta las 08.00 h.! Gente que tiene mucha prisa y poco cuidado de despertar al prójimo. Portazos, cisternas, cuchicheos, golpecitos en la litera... Permanezco guardando la calma, intentando dormir hasta las 07.30 en que puse el despertador, sin conseguirlo (con el paso de los días me iré dando cuenta de que "el raro" soy yo).


Al levantarme me entero de que el monstruo de las profundidades mantuvo intactas sus energías durante toda la noche... ¡Hay que hacer todo lo posible para no volver a coincidir con él en el siguiente albergue! ¡Que le corten la cabeza! También supe que los duendecillos que abrían la ventana por la noche eran dos señoras suizas que resultaron pertenecer también al grupo de las "madrugadoras". ¡Si es que al final todo tiene explicación! Eso sí, cuando se fueron dejaron la ventana cerrada, no fuera a ser que los que estábamos allí cogiéramos un resfriado al levantarnos.


Mi Camino comienza Junto a la frontera francesa, bajando por un sendero que pronto sobrepasa la estación invernal de Candanchú. Poco antes de las 9.00 h. recibo un mensaje de Nando, que me desea "Buen Camino, peregrino". Como era de esperar, la etapa resulta ser tremendamente bonita, sobre todo en la primera mitad, hasta llegar a Villanúa, donde el valle comienza a abrirse  y el sol avanza caldeando el ambiente.  Me vienen a la memoria muchos y muy buenos recuerdos, lugares muy familiares recorridos infinidad de veces. Muchas horas de dedicación... Mis incontables sesiones de esquí en el Tobazo, los primeros sudores de escalada en las Piedras Rojas o en las tirolinas del Puente del Ruso, los recorridos por Rioseta... Por algún tramo hay que avanzar con sumo cuidado y fijarse bien donde se ponen los pies, porque a la dificultad propia de un sendero de montaña hay que añadir que el suelo está todavía cubierto de escarcha y cualquier mal apoyo puede provocar un resbalón o una caida.
 

Rodeado de un maravilloso paisaje de montaña, voy dejando atrás el Fuerte de Col de Ladrones y la Torre de Fusilería, construcciones que antaño defendían el territorio de posibles invasiones, y pronto llegaré a la Estación de Canfranc, inaugurada en 1928 por Alfonso XIII y donde en su día se rodó alguna escena de la película Doctor Zhivago. Se suceden los pequeños arroyos y  los indicadores de multitud de rutas de montaña que surcan la zona, pero las flechas amarillas siempre indican el camino correcto.


Salvo un par de peregrinos que salieron del albergue casi al mismo tiempo que yo y que pronto perdí de vista, no me topé absolutamente con nadie en todo el recorrido.  Me gusta caminar en esta soledad. Intento marchar al ritmo que había previsto en mis entrenamientos, pero por ahora me lo impide la dificultad propia del terreno. Siguiendo el cauce del Río Aragón se sobrepasa Canfranc, al que de su carácter de pueblo pirenaico le queda poco más que su iglesia, ya que está invadido por las nuevas urbanizaciones que ha traído el turismo de montaña.













Después de Villanúa las pendientes se suavizan hasta casi desaparecer, y el paisaje nos deja la Collarada como recuerdo de las altas cumbres dejadas atrás. El Camino circula por el mismo valle que la carretera y la vía del ferrocarril, con las que coincide en varias ocasiones, y ya sin el frío de las primeras horas tengo la oportunidad de contemplar agradables  paisajes y algún rebaño de ovejas. La llegada al pueblo de Castiello me vuelve a recordar que existen las cuestas empinadas.




Después de alcanzada la ubicación del desaparecido Árbol de la Salud, sustituido hoy en día por un castaño de indias, a las 14.10 h. y  por la Avenida de Francia entré en Jaca, primera cabecera del antiguo Reino de Aragón, después de haber recorrido 31 Km. evocadores. Me encontré con casi todo cerrado (es lunes, hora de comer,  y el albergue no abre hasta las 16.00 h.),  las calles están casi desiertas, rara condición en una ciudad tan bulliciosa, pero pronto encontré un buen lugar para poder comer. 
 












El albergue es francamente bueno, situado en un lateral del que fue en su día Hospital Militar de Jaca, en un pequeño callejón hacia el final de la Calle Mayor, cuenta con unas instalaciones completamente nuevas y con acceso libre y gratuito a internet. Una vez aposentado, duchado y con las tareas terminadas, a media tarde recibo una noticia alarmante: Se acaba de  presentar "el monstruo de los mares". Sí, aunque un poco tarde, también ha llegado hasta Jaca. Ya ha habido murmullos y hasta alguna queja ante la hospitalera responsable del albergue por parte de alguno de los peregrinos que han sufrido sus bestiales ronquidos la noche anterior. Veremos como evoluciona el asunto. ¿Habrá que emprender una nueva huida?


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ETAPA 0: El Traslado - SUMUM PORTUS

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Domingo 26 de Septiembre de 2010: El Traslado

Comentario del día: Si les decimos a los medievales que en el Siglo XXI ciertos individuos se iban a desplazar 900 Km en coche para dedicar sus esfuerzos en regresar a pie al punto de partida ¿Qué pensarían? ... Que hay mucho "colgado" por ahí suelto ... ¡Pues eso!

Puerto de Somport (Sumum Portus), 1.640 m. de altitud: 1ºC de temperatura en el exterior. Albergue Aysa, dormitorio Las Hayas: Calefacción y calor asfixiante. A las 22.30 h. estábamos los cinco ocupantes del dormitorio metidos en el saco, en silencio y con la luz apagada (yo pensaba relajadamente que en ese momento todavía no tenía ningún sueño) cuando surgió un monstruo de la más profunda oscuridad. Se manifestó de repente, surgiendo del silencio más absoluto, con un violento quejido lastimero seguido de varios ronquidos que más parecían los estertores de un elefante en celo y, repitiendo el mismo ritual varias veces, nos puso a todos en guardia... Otra vez apnea, quejido lastimero, ronquidos atronadores... Ya parará, pensábamos confiados...

Al cuarto de hora de rotas las hostilidades decidí rebuscar en la mochila los tapones antirronquidos que había preparado para la ocasión, pero demostraron ser totalmente inútiles ante semejante nivel de decibelios. El resto de ocupantes del dormitorio parecían totalmente acomplejados, nadie reaccionaba ante tamaña agresión... Ya se cambiará de posición, seguían pensando confiados...

Cuando la duración del ataque se acercaba a la hora y media, ya sólo tenía una idea en la cabeza... ¡Huir, huir, huir...! Hacia las escaleras, hacia el baño, hacia la sala de estar... ¡En cualquier sitio menos en ese infierno! Cogí mi saco de dormir y, a oscuras, me fui a investigar por todo el albergue: ¡Tiene que haber alguna habitación vacía con camas libres!, pensé. Sala Anayet... Cerrada. Sala El Aspe... Cerrada... Sin darme por vencido seguí recorriendo los pasillos a tientas y, cuando había perdido toda esperanza, me percaté de que al fondo había una puerta abierta... La sala Midi D´Ossau estaba ocupada pero ¡Tenía una cama libre! ¡Mi salvación! Además, en su interior la temperatura era bastante agradable, un puntito fría... Era mi oportunidad y allí me trasladé con armas y bagajes.

Al cabo de un rato de haberme aposentado, el frío se hacía más intenso, casi cortante... ¡La ventana está abierta! ¡Pero si en el exterior debemos de estar ya a bajo cero! Aguanté un rato más hasta que me levanté a cerrarla con sumo cuidado de no hacer ruido. Nadie esbozó ni un solo gesto. Todos dormían... Me quedé plácidamente traspuesto un rato hasta que de nuevo sentí que el frío me cruzaba la cara... ¡La ventana estaba otra vez abierta! Fui a buscar una manta, la eché por encima del saco y me cubrí "hasta las cejas" con todo lo que pude. Entre esto y los monstruos salidos de las profundidades abisales ¡Bendito sea el aire puro y la paz que reina en las altas montañas! Y dormí...

¡Si es que hay mucho colgado suelto por estos lares!

Nota: Mi agradecimiento a Carlos y Aurora por haberse prestado a llevarme al lugar que elegí para iniciar el camino. Si no hubiera sido así tendría que haberme buscado la vida de una forma algo más complicada.



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viernes, 24 de septiembre de 2010

PREPARANDO EL EQUIPO

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Para preparar el equipo con el que voy a hacer el Camino de Santiago a pie, el criterio que he seguido es el de llevar el mínimo imprescindible sobre la espalda, apoyándome todo lo posible en la red de albergues y en el resto de servicios al peregrino que se encuentran a lo largo del itinerario. De esta manera elimino todo lo relacionado con la alimentación (*). Entre los elementos más importantes del equipo destacaría el calzado (que ha de estar suficientemente probado antes) y la mochila (a ser posible, bien acolchada y con la espalda ventilada, para evitar los efectos del sudor). En cuanto al material textil, mi preferencia es por las prendas deportivas que faciliten la transpiración, de poco peso y de secado rápido.  A mi juicio, las mejores épocas para caminar son el final de la primavera o el principio del otoño, en las que, aunque con el inevitable riesgo de lluvias, es de esperar que las temperaturas sean suaves.

Para caminar:

- Mochila (no muy grande, de 30-35 litros.) con funda para la lluvia.
- Cantimplora o bidón con agua.
- Botas o zapatillas de trekking.
- Pantalón cómodo para andar (largo o corto), más un recambio.
- Camiseta fina de manga larga con cuello, más un recambio.
- Calcetines más recambios.
- Calzoncillo más recambios.
- Gorra con visera, gafas de sol y bastón.
- Recomendable: Chubasquero impermeable y transpirable (para la lluvia) y camiseta térmica  y guantes (para el frío), crema solar y protector labial.

Para descansar:

- Pantalón largo ligero (tipo chandall).
- Sudadera y camiseta de manga larga.
- Deportivas cómodas
- Saco de dormir (Ultralight para 10ºC)
- Tapones para los oídos (antirronquidos)

Para el aseo personal:

- Toalla pequeña de microfibra.
- Chanclas de ducha.
- Gel, desodorante, cepillo y pasta de dientes, cuchilla de afeitar, cortaúñas.
- Detergente, pinzas y cuerda para la ropa.
- Recomendable: Botiquín con tijeritas, esparadrapo, tiritas, compeed ampollas, medicamentos (del tipo antiinflamatorios, analgésicos, antihistamínicos...)

Accesorios:

- Teléfono móvil con cargador de batería.
- Cámara de fotos con cargador de batería y tarjetas de memoria.
- Pequeña linterna o frontal
- Guía para el camino (ruta, albergues...)
- Papel y bolígrafo.
- Pañuelos de papel, navaja, aguja e hilo, imperdibles, bolsas de plástico.
- Recomendable: un pequeño bolso de mano para la cosas de valor.

Imprescindible:

- Credencial del peregrino.
- Cartera con DNI, dinero, tarjeta de crédito y tarjeta sanitaria.
- Llaves de casa.


Para evitar sorpresas desagradables, además de llevar funda cubremochila para la lluvia  es recomendable llevar impermeabilizado todo lo que va en  la mochila dentro de bolsas plásticas resistentes, así como comprobar que va todo bien acomodado en las jornadas de entrenamiento previas. Con todo esto me sale un equipaje que pesa poco más de 8 Kg (*).

Nota: En gran parte de su recorrido hasta llegar a Galicia, la Vía de la Plata presenta zonas despobladas muy amplias en las que no es posible aprovisionarse, lo que obliga a llevar encima la comida y bebida necesarias para superar cada etapa. Si el tiempo es caluroso, recomendaría llevar encima un mínimo de dos litros de bebida, y reponer siempre que sea posible para evitar deshidrataciones. Esta circunstancia incrementa considerablemente el peso a cargar sobre los hombros.


- Para volver al índice del Camino Francés (por la ruta aragonesa), clicar AQUÍ
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jueves, 23 de septiembre de 2010

OTRA VEZ EN MARCHA

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Pasada la sequía que me ha afectado severamente durante buena parte del verano, estoy de nuevo aquí, enfrascado ahora en los preparativos de mi próximo e inminente reto: recorrer de nuevo el Camino de Santiago. Pero esta vez lo haré caminando en solitario, a mi aire y sin prisas. Me quedé con ganas de hacerlo así después de haber disfrutado el año pasado con la aventura en bici de los 5 Juramentados.

Comenzaré en el Puerto de Somport, donde la provincia de Huesca hace frontera con Francia, para recorrer uno a uno los casi 900 Km. que me conducirán hasta la Plaza del Obradoiro. Iré ligero de equipaje y, sin ningún plan fijado de antemano, caminaré siguiendo la dirección que marcan las flechas amarillas con la intención de disfrutar de esta experiencia todo lo posible, aunque estoy convencido de que la prueba será física y mentalmente dura.

Cada vez que las circunstancias lo permitan apareceré por aquí para contar mis penas y mis alegrías, y para narrar las pequeñas hazañas de cada jornada. También estaré con el móvil permanentemente abierto por si alguien quiere transmitirme algún mensaje de ánimo, que será siempre bien recibido.

¡... Volveré...!


Ultreia et Suseia 


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