martes, 16 de noviembre de 2010

Etapa 5: MONREAL - PUENTE LA REINA

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Viernes, 1-10-2010: De Monreal a Puente la Reina (31 Km.)

  Fin del camino aragonés

Cielos con alguna nube alta y temperaturas casi veraniegas


A las 7 en punto suena el despertador en el albergue de Monreal. Nada más levantarme se confirman mis temores de la tarde anterior. El dolor en el talón no ha remitido y andar me sigue ocasionando molestias. Es como si mi pie se riese del ibuprofeno. Soy consciente de que la tendinitis tiene mal alivio y no suele remitir, de que es necesario reposo, pero no estoy mentalmente preparado para estar parado un par de días. Al menos... no todavía... no aquí. Seguiré con la etapa que había previsto aunque tendré que ir más despacio. Antes del desayuno, los chavales me dicen que me incluya en su grupo, que ellos se lo toman con calma, pero no quiero ser una carga para nadie. Saldré un rato antes y seguro que no tardarán en alcanzarme. Veremos cómo responde el asunto.

Todavía en frío y con la precaución de no forzar el paso, inicio la marcha rodeando el cerro Mons Realis que da nombre al pueblo. El terreno es favorable hasta llegar a Yárnoz, el primer núcleo habitado y con iglesia de los muchos que iré sobrepasando en esta jornada. Le sigue después un estrecho sendero a media ladera que va bordeando la Sierra de Alaitz y, entre vueltas y revueltas, va dejando a un lado los caseríos de Otano y Ezperun mientras atraviesa alguna zona de cantera.


Guerendiáin es un pequeño pueblo muy  bien cuidado, con calles empedradas, casas de piedra restauradas y una bonita iglesia. A su entrada hay una fuente donde me detengo unos minutos. Allí me encuentro con el grupo de los tres madrileños  que iban por delante y con los que también he coincidido durante los últimos días. Tras cruzar unas palabras y llenar el bidón de agua, sigo mi marcha por el sendero que sigue a media ladera entre árboles, monte bajo y algún pastor con su rebaño. Hace ya un buen rato que a mi derecha se puede contemplar una excelente vista de la Cuenca de Pamplona, con la ciudad al fondo.


Todos mis músculos parecen haberse puesto de acuerdo para seguir adelante, y mi pierna, que de vez en cuando se queja de alguna pisada poco ortodoxa, va respondiendo de manera aceptable. Si el nivel de dolor sigue controlado podré terminar la etapa, pero tendré que hacer paradas con más frecuencia. No voy muy rápido, pero a las 11.15 h. ya estoy llegando a Tiebas. A la entrada, junto a las ruinas del castillo construido en el Siglo XIII por Teobaldo II de Navarra, hay un área de descanso donde me detengo a descansar, a beber y a comer algo de fruta que llevo en la mochila. Cuando al cabo de un rato me dispongo a reanudar la marcha, veo venir a Jordi, Jose, Johan y Philippe. Ahora que sé que puedo con la etapa me uniré a ellos para completar el resto del recorrido.


Philippe se ríe cuando le digo que junto a cada iglesia siempre hay unos cables cruzados, algún coche aparcado o unos contenedores de basura dispuestos allí para estropear una buena foto. Pero es totalmente cierto, y a lo largo del camino iré comprobando que esta afirmación se convierte en una especie de "ley universal" que siempre se cumple. También en Tiebas, junto a la Iglesia de Santa Eufemia.

A partir de aquí, además de disfrutar del paisaje lo haré también de una buena compañía y de una animada conversación, lo que hace que por momentos me olvide de otros asuntos. Siguiendo nuestro camino, llegaremos a Muruarte de Reta  tras atravesar la carretera a Pamplona por un túnel y un par rotondas. Entre campos de labor sobrepasaremos Olcoz, al que se llega por una pista asfaltada, y recorreremos  posteriormente un largo tramo entre viñedos, campos de cereal y algún olivar, para llegar a las primeras urbanizaciones de Enériz, situado al Sur de la Sierra del Perdón. A esta hora el calor ya empieza a apretar y es buen momento para tomar unas cervezas y sentarse a comer, para lo que encontramos un buen sitio frente a la Iglesia de la Magdalena, en el Mesón del Camino.



Esta comida será la última antes de que el grupo se separe, ya que Philippe y Johan han decidido terminar la etapa en el albergue de Eunate, al que resta poco más de media hora de camino. Es curioso como cuatro personas de procedencias tan dispares han terminado "haciendo piña" en el poco tiempo que llevan juntos. Dos catalanes ya amigos de antes, Jose y Jordi, que con buen humor dedican gran parte de su tiempo libre a su afición de moverse por la montaña; el holandés Johan, todo un profesional del mimo, que consigue componer algunas caras inverosímiles, haciendo y deshaciendo estudiados gestos que provocan las más variopintas emociones; y el francés Philippe, el ejecutivo que ha abierto un paréntesis en su actividad para dedicar algo más de dos meses a perderse, o encontrarse, en el Camino de las Estrellas. Un buen grupo en el que yo no soy más que un agregado de última hora, pero al que me alegro de haberme sumado.

En medio de la comida, el informativo de TV lanza la noticia de la suspensión de Alberto Contador por un posible dopaje,  lo que no deja de ser una sorpresa que dará para más de un comentario. Reanudamos la marcha, saliendo de Enériz por un camino amplio y recto que atraviesa una llanura cultivada, y que pronto se desviará hacia el sendero que nos conduce directamente a la Iglesia de Santa María de Eunate, un singular templo románico de planta octogonal, construido en el Siglo XII y rodeado en todo su perímetro por una galería porticada.



Aquí coincidimos de nuevo con el grupo de tres madrileños, que van haciendo la etapa a un ritmo similar  al nuestro y también se detienen a contemplar esta pequeña joya. Son momentos de despedida e intercambio de direcciones de correo en los que me mantengo a una prudente distancia. Philippe me llama con intención de tomar nota de la mía y le digo que no se la voy a dar "porque estoy seguro de que volveremos a encontrarnos a lo largo del Camino". No sé lo que habrá pensado de mí.

Ahora ya sólo somos tres los que seguimos adelante con intención de terminar la etapa y que pronto superaremos el repecho donde se encuentra la población de Óbanos, localidad que en el Siglo XIII fue nombrada por Sancho el Fuerte como sede de la Junta de Infanzones y que cuenta con varios edificios de origen gótico de interés. Aquí se junta el camino que viene de Somport con el de Roncesvalles, que se convierten a partir de ahora en un único Camino Francés a Compostela.































Ya "a la vuelta de la esquina" entramos en el casco histórico de Puente la Reina. Al final de la Calle Mayor, donde se encuentra la Iglesia de Santiago, hemos de pasar bajo un pequeño arco ojival para acceder al  lugar que da nombre a la villa, un puente románico mandado construir por la reina Doña Mayor en el Siglo XI y que, sostenido por  seis arcos de medio punto, atraviesa el Río Arga.


Para llegar al albergue Santiago Apóstol  hemos de cruzar al otro lado del puente, franqueando sus 110 m. de largo, y subir por un camino en pendiente que a estas alturas "se me hace cuesta arriba". Son  más de las seis de la tarde y ya tenía ganas de llegar. El dolor en el talón no ha remitido en todo el día y, de seguir así, tendría que cambiar todo mi planteamiento. Se me pasa por la cabeza incluso la posibilidad de abandonar, pero no la contemplo.

Después de las tareas rutinarias de rigor en el albergue salgo otra vez al pueblo a visitar una farmacia. Tras una rápida consulta decido cambiar el ibuprofeno por aceclofenaco, otro antiinflamatorio más potente que se vende con el nombre comercial de Airtal. Me lo suministran unas manos expertas recién salido de fábrica.

Jordi y Jose, que han termindo aquí su recorrido y su tiempo, encuentran billete para salir en autobús desde Pamplona hasta Barcelona a la mañana siguiente, por lo que me despediré de ellos después de la cena. ¡Gracias por todo! Fin del camino aragonés. Mañana comienza una nueva etapa.


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5 comentarios:

Mobis dijo...

Hola peregrino!

Preciosas fotos! Ahora tenemos en marcha un concurso en el que buscamos las mejores fotos del Camino de Santiago. Esta semana en concreto la temática es 'amigos'. El premio son dos entradas para ver 'The Way' en cualquier cine de España. Si estás interesado podrás encontrar toda la información en este enlace http://camino.xacobeo.es/es/comunidad-peregrinos/concurso-way.

Un saludo y buen camino!

Nando dijo...

muy bueno, es un relato ameno y de gran frescura. Muy interesantes las notas hitóricas que aportas, lástima de no poder ampliarlas un poco más para zambullirnos a trav´ñes de tus relatos en el "espiritu del camino". Te estas descubriendo como un artabron al que con una importante no vena sino arteria literaria

Be* dijo...

¡¡Apúntate al concurso!!
Seguro que ganas, que tienes un montón de fotos buenísimas ;)

Philippe dijo...

Hola amigo,
Te recuerdas de todo..Es incredible! Las fotos son magnificas.
Me recuerdo que en Eunate he pensado:" Faisons confiance a la providence". Vamos a ver en las futuras etapas lo que va se pasear!

Miguel Aradas dijo...

Hola, Philippe!

Me alegra saber que estás ahí, reviviendo aunque sólo sea por unos instantes esta pequeña aventura. Gracias por tu participación.
¡Seguiremos informando!